La fiesta en Islandia no se reduce sólo a su moderna capital, donde el runtur tiene un nombre propio una zona, Reykjavík 101. Otras ciudades como Akureyri hacen gala de una intensa vida nocturna. Los jóvenes de esta ciudad, inquietos y deseosos de atención, han desarrollado su propio estilo de “runtur” (en español se traduciría como «darlo todo»).
Mientras que en la capital exige un estómago resistente y estar en buena forma para aguantar las interminables horas de fiesta, en Akureyri sólo es necesario disponer de un coche. Desde las 20 hrs. aproximadamente, cualquier noche de la semana (aunque lo normal son los viernes y sábados), una procesión de coches dan vueltas en círculo por Skipagat, Strandgata y Glerárgata. Aunque apenas superan los 5 km/h, las bocinas de los coches no paran de sonar durante toda la noche, y los adolescentes gritan, beben y escuchan música hasta altas horas de la madrugada.
El escándalo es inversamente proporcional al tamaño de la ciudad, por lo que si la fiesta en la capital y en Akureyri es escandalosa, mejor no ir a Húsavík, donde sólo hay tres calles.