Parques públicos y zonas verdes de Reykjavík
Las zonas verdes y los parques públicos son
algunos de los lugares más bellos que ver en Reykjavík.
Algunos de los parques públicos más populares de la capital de Islandia son
Hljómskálagarður y Hallargarður.
Al este, desde
la boscosa colina de Öskjuhlíð, puedes disfrutar de unas espectaculares panorámicas de Reykjavík.
Justo en el centro está el
Elliðaárdalur, donde se puede practicar deporte, pescar o hacer un picnic al lado de una pequeña cascada.
Las piscinas de Reykjavík
Disfrutar de unos relajantes baños en
piscinas de aguas tibias es una de las más gratificantes actividades que hacer en Reykjavík.
Solo en el área de la capital de Islandia
hay 18 piscinas en las que solazarse. Algunas son al aire libre y otras cubiertas, contando todas con
bañeras de hidromasaje y saunas, unas de las grandes aficiones de Islandia y de los países nórdicos en general.
Disfrutar de la gastronomía de Reykjavík
La ciudad cuenta con unos
excepcionales restaurantes de cocina nacional e internacional, muchos especializados en carnes a la parrilla y en mariscos. No son baratos (Islandia es uno de los países con más alta calidad de vida del mundo), pero la calidad culinaria de sus locales es excepcional.
A pesar de su pequeño tamaño,
Reykjavík es una ciudad muy cosmopolita, por lo que puedes encontrar restaurantes de diferentes lugares del mundo: japoneses, mexicanos, indios, italianos, tailandeses e incluso etíopes.
Entre los
platos típicos de la cocina islandesa destaca el
Matur og Drykkur, cabeza de bacalao con caldo de pollo.
Una de las recetas más exóticas que podrás degustar es el
tiburón fermentado, que suele maridarse con el poderoso aguardiente islandés Brennivin.
Actividades de aventura que hacer en Reykjavík
Algunas de las actividades que hacer en Reyjkavík para conocer la ciudad de una forma especial son los
paseos en helicóptero o los paseos a caballo.
Una de las mejores experiencias que podrás vivir es el
avistamiento de frailecillos y, especialmente, el
avistamiento de ballenas. Estos grandes mamíferos se ven frecuentemente en la
bahía de Faxaflói, junto a la capital, siendo las especies más comunes las marsopas, las ballenas jorobadas y el rorcual aliblanco.
Los delfines son compañeros habituales en estas excursiones en barco.
Son muchas más las cosas
que ver en Reykjavík: la iglesia de Hallgrimskirkja, la Sala de Conciertos Harpa, el Puerto Antiguo, los museos y galerías de arte, las auroras boreales... Además, la capital de Islandia cuenta con
una animada vida nocturna, con una gran cantidad de cafés y bares, salas de espectáculos y locales con música en directo. Un lugar ideal para vivir intensamente el día y la noche. La mejor forma de sacarle todo el partido a la ciudad es
contratar un viaje guiado, ya sea en grupo o
en privado.
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