¿Cómo llegar a Vik y recorrer la costa sur?
La costa sur de Islandia esconde numerosas maravillas por descubrir, como el pequeño pueblo de Vík y su playa negra Reynisfjara. Un paisaje que es uno de los favoritos de los visitantes, y no es de extrañar si tenemos en cuenta su belleza.
Vík í Myrdal es una población que podría haber pasado desapercibida si no fuera por su entorno natural y por tener un fácil acceso desde la carretera.

Está situada a 180 kilómetros al este de Reikiavik y para llegar hay que circular por una de las carreteras más importantes del país, la Ring Road.
No es una distancia larga, pero se tarda en llegar algo más de dos horas, puesto que en Islandia la velocidad máxima permitida en carretera es de 90 kilómetros por hora.
Es recomendable llegar temprano para poder aprovechar al máximo el día, disfrutar de sus maravillas naturales e incluso hacer alguna actividad.
Estos acantilados son una buena alternativa para disfrutar también de la biodiversidad. Entre junio y agosto es habitual ver posarse en ellos a los frailecillos, aunque tampoco es raro descubrir charranes árticos o chorlitos dorados. Eso sí, toda esta zona es una reserva natural, por lo que conviene ir con cuidado y no molestar a las aves. De hecho, entre mayo y junio el arco Dyrhólaey está cerrado para no molestar a las aves que están criando.
¿Qué ver en la costa sur de Islandia?
Aquí nos vamos a encontrar con una de las playas más bonitas del país. Debido a la temperatura del agua y sus fuertes olas y corrientes, el baño no está recomendado ni en verano, pero merece la pena acercarse para observar su belleza. La playa de Reynisfjara destaca por su arena negra, pero también por los acantilados que la rodean y las chimeneas volcánicas que emergen del mar.
Estos acantilados son una buena alternativa para disfrutar también de la biodiversidad. Entre junio y agosto es habitual ver posarse en ellos a los frailecillos, aunque tampoco es raro descubrir charranes árticos o chorlitos dorados. Eso sí, toda esta zona es una reserva natural, por lo que conviene ir con cuidado y no molestar a las aves. De hecho, entre mayo y junio el arco Dyrhólaey está cerrado para no molestar a las aves que están criando.
Visitando Vík
Para seguir disfrutando de esta zona conviene dejar por un momento atrás los monumentos naturales y centrarse en la población de Vík. Allí nos vamos a encontrar un Memorial dedicado a los marineros alemanes que murieron en aguas islandesas entre los siglos XIX y XX y el monumento Voyage que es un tributo a los pescadores. Por supuesto, no podemos pasar por alto la iglesia.Islandia y los pueblos vikingos
Este país fue tierra de vikingos y todavía quedan algunos vestigios. El asentamiento de Stöng en Islandia es uno de los más importantes.
Las ruinas del poblado están muy cerca del monte Hekla, que fue el causante de su desaparición tras la erupción volcánica en el 1104. Todo quedó sepultado debajo de una gran capa de restos volcánicos, por lo que se ha mantenido en muy buenas condiciones.
En 1974 se decidió reconstruir una granja que es idéntica a una de las encontradas en Stöng, dentro puedes ver la distribución original y sus cimientos de piedra. En esta zona también hay otras ruinas al aire libre que se pueden visitar.
Recorrer la costa sur de Islandia es una buena forma de acercarse a la historia de este país y sorprenderse con sus leyendas y su espectacular paisaje natural.