El corazón de piedra de Reykjavík (I)
El arte de modelar la piedra o el barro es sin duda uno de los más bellos del mundo. La entrada de hoy está dedicada precisamente a estos seres de piedra inmortales, congelados por el paso del tiempo y que como no, también tienen su hueco en la capital islandesa.
Comenzamos nuestra búsqueda en el Parque Austurvöllur. Situado al frente del Parlamento, es considerado por los lugareños el corazón de la ciudad. Muchos islandeses utilizan este lugar para protestar y golpear ollas y cacerolas contra el Gobierno. Justo por este motivo, se construyó el primer Monumento a la Desobediencia Civil de Santiago Sierra, colocado el 20 de enero de 2012, en el cuarto aniversario de la revolución islandesa, momento en el que se decidía si procesar al primer ministro Geir H. Haarde. La escultura consiste en una roca volcánica que es partida por una cuña negra.
Otra de las esculturas famosas de Austurvöllur es la de Jón Sigurðsson. Nacido el 17 de junio de 1811, Sigurðsson se convirtió en el amado líder de la lucha por la independencia de Islandia de Dinamarca en el siglo XIX. En su búsqueda de la libertad, cruzó el Atlántico 29 veces en barcos y buques de carga. Al final, los daneses concedieron a Islandia una constitución limitada en 1874. Por ello, los islandeses, en agradecimiento a la labor de su líder, mandaron esculpir a Einar Jónsson la estatua que preside el parque.
El siguiente punto es el Jardín del Parlamento, también llamado Alþingisgarðurinn (“jardín detrás del Parlamento”) o Tryggvagarður, ya que fue Tryggvi Gunnarsson, primer ministro de Islandia el que mandó construirlo. El parque, pequeño y tranquilo, está abierto al público para pasar un tranquilo momento de relax.
Dentro del jardín encontraremos una estatua de su promotor Tryggvi Gunnarsson, que diseño y cuidó el jardín hasta el día que murió. Su deseo era ser enterrado allí, por lo que sus restos descansan bajo su estatua. Quién sabe si cobrará vida por las noches…
¿Os apetece pasar una velada descubriendo la historia oculta de las estatuas? ¡No os perdáis la segunda parte la semana que viene!